Los salmos tienen su origen en la recopilaci車n de los c芍nticos del Templo de Jerusal谷n. La tradici車n quiso pensar que el rey David hab赤a fijado las normas de esta liturgia y le atribuy車 un gran n迆mero de salmos, al igual que atribuy車 a Salom車n los libros de la Sabidur赤a. Es probable que los levitas, a cargo de los cantos y melod赤as, «hijos de Asaph» o «hijos de Yedutum», jugaran un papel importante en su composici車n o en su selecci車n. En el transcurso del tiempo las recopilaciones se enriquecieron con oraciones personales o lamentaciones colectivas, expresi車n de otra 谷poca donde la piedad personal y las vicisitudes de la comunidad creyente cobraron matiz diverso.
Los salmos han alimentado la piedad popular y han sido la oraci車n de Jes迆s. Son todav赤a la base del oficio lit迆rgico que recitan hoy en d赤a varios centenares de miles de religiosos, religiosas, sacerdotes, di芍conos y laicos.
Los salmos desconciertan a muchos cristianos, porque en ellos no encuentran sus propias aspiraciones. Pero somos nosotros los que debemos adaptarnos, o mejor dicho, dejarnos educar y formar por ellos. Si deseamos estar en sinton赤a con Dios, no podemos aferrarnos indefinidamente a nuestra propia forma de ver y sentir los hechos. Hay que saber escuchar su palabra y abrirnos al Otro.
Estos salmos, que han sido transmitidos a trav谷s de los siglos, son un buen medio para esto. Si no dan plena satisfacci車n a nuestra sensibilidad, no resultar芍 un hecho grave. En cambio nos ser芍 de gran beneficio para romper nuestros esquemas y costumbres piadosas. Quiz芍s sean capaces de oxigenar y renovar nuestro lenguaje, sujeto a un mundo donde Dios es un desconocido, donde se busca, ante todo, vivir sin problemas a nuestro antojo.
Los salmos estaban distribuidos en cinco libros, y encontramos trazas del final de esos libros (confrontar el final de los salmos 41, 72, 106). Algunos salmos aparecieron casi id谷nticos en distintas recopilaciones, y por eso los tenemos duplicados.
La numeraci車n de los salmos es diferente en la Biblia hebrea que en la griega. Primero transcribimos el n迆mero en hebreo y entre par谷ntesis el n迆mero griego conservado en nuestra liturgia.