Dios est¨¢ con nosotros.¡ª«Un
r¨ªo con sus brazos regocija a la ciudad de Dios.» A los trastornos
expresados en forma figurada en la primera estrofa, el salmista opone una
visi¨®n de tranquilidad, la de la Ciudad Santa, Jerusal¨¦n, la Iglesia.
2 Dios es nuestro refugio y
fortaleza,
2 socorro siempre a mano en
momentos de angustia.
3 Por eso, si hay temblor no
temeremos,
3 o si al fondo del mar caen los
montes;
4 aunque sus aguas rujan y se
encrespen
4 y los montes a su ¨ªmpetu
retiemblen:
4 El Señor Sabaot est¨¢ con
nosotros,
4 es nuestro baluarte el Dios de
Jacob.
5 Un r¨ªo, sus brazos regocijan
5 a la ciudad de Dios,
5 santifica las moradas del
Alt¨ªsimo.
6 Dios est¨¢ en ella, no puede ceder,
6 Dios la socorre al despuntar la
aurora.
7 Los pueblos bramaban,
7 los reinos en marcha se pon¨ªan...
7 El eleva su voz y el mundo se
hunde.
8 El Señor Sabaot est¨¢ con nosotros,
8 es nuestro baluarte el Dios de
Jacob.
9 Vengan a ver las hazañas del Señor,
9 y los estragos que caus¨® a la
tierra.
10 Pone fin a la guerra en todo el
pa¨ªs,
10 rompe el arco y en dos parte la
lanza
10 y consume los carros en el
fuego.
11 Paren y reconozcan que soy Dios,
11 muy por encima de los pueblos
11 y muy alto sobre la tierra.
12 El Señor Sabaot est¨¢ con
nosotros,
12 es nuestro baluarte el Dios de
Jacob.
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