¡Cu芍ntas veces tentaron a Dios!〞Este salmo
saca una lecci車n de la historia de Israel: las gracias de Dios y la
ingratitud de su pueblo.
1 Atiende, pueblo m赤o, a mi
enseñanza, toma en serio estas palabras de mi boca.
2 En par芍bolas voy a abrir mi boca,
evocar谷 los enigmas del pasado.
3 Las cosas que escuchamos y
sabemos, que nos fueron contando nuestros padres,
4 no deben ignorarlas nuestros hijos.
4 A la futura generaci車n le
contaremos la fama del Señor y su poder, las maravillas que 谷l ha realizado.
5 En Jacob arraig車 sus
declaraciones, a Israel le dio una Ley.
5 Luego orden車 a nuestros padres
que se las enseñaran a sus hijos, 6
para que las conozcan sus sucesores, los hijos que nacer芍n despu谷s.
6 Que 谷stos se encarguen de
instruir a sus hijos 7 para
que 谷stos conf赤en s車lo en Dios, no olviden las hazañas de su Dios y observen
sus mandatos.
8 Para que no sean, a ejemplo de sus
padres, una generaci車n rebelde y obstinada, incapaz de mantener su decisi車n
y cuyo esp赤ritu no era fiel a Dios.
9 Los hijos de Efra赤n, diestros
arqueros, volvieron las espaldas el d赤a del combate.
10 Es que no respetaban la alianza
de Dios, se hab赤an negado a seguir su Ley.
11 Hab赤an olvidado sus hazañas, los
prodigios que hab赤a hecho ante sus ojos.
12 ¡Qu谷 milagros no hizo ante sus
padres, en la tierra de Egipto, en los campos de Tanis!
13 Hendi車 el mar y los hizo pasar
deteniendo las aguas como un dique.
14 De d赤a los gui車 con una nube y
cada noche con una luz de fuego.
15 Parti車 en medio las rocas del
desierto y les dio de beber agua a torrentes.
16 Hizo brotar arroyos de la piedra
y las aguas corrieron como r赤os.
17 Mas de nuevo pecaron contra 谷l,
desafiaron al Alt赤simo en el desierto.
18 Tentaron a Dios en sus
corazones, pidiendo de comer para sobrevivir;
19 insultaron a Dios, diciendo: «¿Ser芍 Dios capaz
de prepararnos la mesa en el desierto?
20 Es cierto que, cuando 谷l golpe車
la roca, corri車 el agua y los torrentes desbordaron, pero, ¿ser芍 capaz de
darnos pan, o de proporcionar carne a su pueblo?»
21 Al o赤rlo el Señor se encoleriz車,
un fuego se encendi車 contra Jacob y la c車lera subi車 contra Israel,
22 porque no hab赤an cre赤do en Dios
ni hab赤an confiado en que los salvar赤a.
23 Dio orden a las nubes en lo
alto, abri車 las compuertas de los cielos,
24 les envi車 como lluvia man芍 para comida, les dio
trigo del cielo.
25 Y el hombre comi車 el pan de los
Fuertes, y El les envi車 de sobra provisiones.
26 Hizo soplar en los cielos viento
del este, y trajo con su poder el viento sur.
27 Hizo llover sobre ellos la carne
como polvo, aves innumerables como arena del mar.
28 Hizo que cayeran dentro del
campamento, en todo el derredor de sus carpas.
29 Comieron hasta ya no poder m芍s,
谷l les sirvi車 de cuanto deseaban.
30 Pero a迆n sus ansias no calmaban
y todav赤a en su boca ten赤an su comida,
31 cuando estall車 contra ellos la c車lera de Dios:
dio muerte a los m芍s fuertes de los suyos, derrib車 a la flor y nata de
Israel.
32 A pesar de esto, pecaron
nuevamente, no cre赤an a迆n en sus maravillas.
33 De un soplo, entonces, apag車 sus
d赤as, tr芍gicamente se acabaron sus años.
34 Cuando 谷l los masacraba, lo
buscaban, se volv赤an y le hac赤an la corte;
35 se acordaban que Dios era su Roca y el Dios
alt赤simo, su redentor.
36 Pero todo se quedaba en palabras,
y con su lengua s車lo le men t赤an;
37 pues su coraz車n no se dio a fondo, ni tampoco ten赤an fe en su
alianza.
38 El, empero, siempre bueno y
compasivo, perdonaba su culpa en vez de destruirlos, ¡cu芍ntas veces no
refren車 su c車lera en vez de desatar toda su ira!
39 «Son seres de carne, se dec赤a,
soplo que se va y no volver芍».
40 ¡Cu芍ntas veces lo desafiaron en
el desierto y lo enervaron en esa soledad!
41 Nuevamente tentaron a su Dios y
enojaron al Santo de Israel.
42 No se acordaron m芍s de su poder,
del d赤a en que los libr車 del adversario,
43 cuando hizo milagros en Egipto, prodigios en
los campos de Tanis, 44
convirti車 en sangre sus r赤os, para que no bebieran de sus arroyos.
45 Luego vinieron mosquitos que se
los com赤an y ranas que les hicieron gran perjuicio.
46 Entreg車 sus cosechas al pulg車n y
el fruto de su trabajo a las langostas.
47 Ech車 a perder sus viñas con
granizo y sus sicomoros con la helada.
48 Dej車 sus rebaños a merced del
granizo y el rayo tumb車 sus ganados.
49 Lanz車 sobre ellos el ardor de su
c車lera, ira, furor, angustia: ¡un buen env赤o de 芍ngeles de desdichas!
50 Le dio rienda suelta a su
c車lera, no preserv車 sus vidas de la muerte y los entreg車 a la peste.
51 Mat車 a los primog谷nitos de
Egipto, a todo hijo mayor en las carpas de Cam.
52 Luego sac車 a su pueblo como
ovejas, los gui車, como rebaño, en el desierto;
53 los condujo seguros, sin temor, mientras que el
mar cubr赤a a sus enemigos.
54 Los introdujo en su santo
territorio, la montaña que su diestra conquist車.
55 Expuls車 en su presencia a las
naciones, les asign車 a cordel una heredad y en carpas ajenas instal車 a las
tribus de Israel.
56 Mas tentaron a Dios, el
Alt赤simo, se rebelaron contra 谷l, no hicieron caso de sus advertencias.
57 Se corr赤an y traicionaban como
sus padres, le fallaban como arco que no apunta.
58 Lo irritaron con sus sitios de
culto y con sus 赤dolos lo pusieron celoso.
59 Dios los o赤a, y se indign車, y
rechaz車 totalmente a Israel; 60
abandon車 su morada de Silo, que era su tienda, plantada entre los hombres.
61 Permiti車 que se llevaran cautivo
su poder y en manos enemigas cayera su gloria.
62 Tanto era su enojo con los suyos
que entreg車 su pueblo a la espada;
63 el fuego devor車 a su juventud y sus niñas solteras se quedaron;
64 sus sacerdotes cayeron
por la espada y sus viudas no se lamentaron.
65 Pero se despert車 el Señor como
de un sueño, como un valiente que ha dormido la mona,
66 hiri車 a sus enemigos por la espalda, los dej車
humillados para siempre.
67 Descart車 luego a la tienda de
Jos谷 y no eligi車 a la tribu de Efra赤n,
68 mas escogi車 a la tribu de Jud芍, a ese monte
Si車n al que amaba.
69 Construy車 su santuario como las
alturas, como la tierra, firme para siempre.
70 Eligi車 a David, su servidor, lo
sac車 del redil de los corderos, 71
lo llam車 cuando cuidaba a las ovejas para pastorear a Jacob, su pueblo.
72 Fue su pastor con un coraz車n
perfecto y con mano prudente los condujo.
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