La Iglesia-Si¨®n, monte de Dios.¡ªSi¨®n 
	es el otro nombre de Jerusal¨¦n, la ciudad santa. Este salmo recuerda la 
	protecci¨®n con que Dios la favoreci¨® en varias ocasiones. Al¨¦grense los 
	creyentes, el Señor vela por nosotros.  
	2 Grande es el Señor y muy digno de 
	alabanzas, en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo, 
	3 de hermosa altivez, alegr¨ªa de 
	toda la tierra. ¡Monte Si¨®n, morada divina, ciudad del Gran Rey! 
	4 Dentro de sus torreones est¨¢ Dios, 
	se ha revelado como su baluarte. 
	5 Los reyes se hab¨ªan unido, y 
	juntos avanzaban, hasta que la vieron... y quedaron pasmados; presos de 
	p¨¢nico, se dieron a la fuga. 7 
	All¨ª mismo los agarr¨® un temblor, un escalofr¨ªo como de mujer en parto;
	8 as¨ª es como el viento del 
	oriente estrella a los nav¨ªos de Tarsis. 
	9 Tal como lo o¨ªmos, as¨ª lo vimos en 
	la ciudad del Señor Sabaot, en la ciudad de nuestro Dios: ¨¦l la ha asentado 
	para siempre. 
	10 Oh Dios, recordamos tus favores 
	en los patios de tu Templo; 11 
	que iguale, oh Dios, tu alabanza a tu nombre, y alcance los confines de la 
	tierra. 12 Impone tu diestra 
	tu justicia; se alegra el monte Si¨®n; los pueblos de Jud¨¢ saltan de gozo al 
	presenciar tus juicios. 
	13 Recorran Si¨®n y den la vuelta, 
	cuenten sus torres 14 y 
	contemplen sus defensas recorran uno a uno sus palacios; y digan a las 
	nuevas generaciones: 15 ¡as¨ª 
	es nuestro Dios! 
	15 Nuestro Dios por los siglos de 
	los siglos, ¨¦l nos conducir¨¢. 
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