No tengas piedad de ellos.¡ªEl que ten¨ªa
solamente palabras de amistad ha sido acusado y calumniado. Pide justicia a
Dios, que permanece al lado del pobre. Dios se mostrar¨¢ sin piedad con los
corazones despiadados.
1 Oh Dios a quien alabo, no guardes
silencio, 2 pues la boca
maligna y la boca impostora se abren contra m¨ª.
2 Me hablan con lengua mentirosa,
3 me rodean palabras de odio,
me atacan sin motivo.
4 ¡En pago a mi amistad me acusan y
yo tan solo oro!
5 Me devuelven mal por bien, y odio
por mi amistad.
6 Haz que un hombre malo le pida
cuentas, que el acusador se pare a su derecha.
7 ¡Que en el juicio resulte
culpable, que consideren pecado su apelaci¨®n!
8 ¡Que sus d¨ªas le sean acortados y
que otro se apodere de su cargo!
9 ¡Que sus hijos queden hu¨¦rfanos y
su mujer viuda!
10 ¡Que sus hijos anden vagabundos
y mendiguen, y los echen de sus casas destruidas!
11 ¡Que un acreedor le quite todo y
extraños se apoderen de lo que le ha costado!
12 ¡Que nadie le haga un favor, y
nadie se compadezca de sus hu¨¦rfanos!
13 ¡Que sea su descendencia
exterminada y se borre su nombre en una generaci¨®n!
14 ¡Que recuerde el Señor la culpa
de sus padres, que no se borre el pecado de su madre,
15 que est¨¦n siempre presentes ante el Señor, que
borre de la tierra su memoria!
16 Pues nunca se acord¨® de ser
amable, persigui¨® al pobre y al desvalido, y hasta la muerte al hombre de
triste coraz¨®n.
17 ¡Ya que am¨® la maldici¨®n, que
con ¨¦l se quede; no quiso la bendici¨®n, que lo abandone!
18 Se puso la maldici¨®n como su
ropa: que le penetre hasta el fondo como el agua y le cale como aceite hasta
sus huesos.
19 Que sea como un manto que lo
envuelva, un cintur¨®n que lo apriete sin cesar.
20 As¨ª pague el Señor a mis
acusadores y a los que hablan mal de mi persona.
21 Pero t¨², Señor Adonai, act¨²a
para m¨ª en honor a tu nombre, s¨¢lvame, pues es tan bueno tu amor.
22 Porque soy pobre y desdichado,
herido est¨¢ mi coraz¨®n dentro de m¨ª,
23 me voy como la sombra que declina, como
langosta arrastrada por el viento.
24 De tanto ayuno flaquean mis
rodillas, y mi cuerpo, sin grasa, ha enflaquecido;
25 soy un pretexto para sus insultos, cuando me
ven, menean la cabeza.
26 Señor, mi Dios, ay¨²dame,
s¨¢lvame, t¨² que eres bueno: 27
y que sepan que all¨ª est¨¢ tu mano, que eres t¨², Señor, quien hizo eso.
28 Si ellos maldicen, tu
bendecir¨¢s: mis adversarios ser¨¢n confundidos y tu servidor se alegrar¨¢.
29 ¡Que se cubran de infamia mis
acusadores, envueltos en su verg¨¹enza como en un manto!
30 Por mi boca al Señor doy muchas
gracias y alabanzas en medio de la muchedumbre,
31 pues se puso a la derecha del pobre para salvar
su vida de sus jueces.
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