¡Pobres y humildes, alaben al Señor!.¡ªLo
que distingue a Dios de los hombres, no es solamente la obra inmensa de su
creaci¨®n, sino su manera de actuar con nosotros, su preferencia por lo que
los hombres desprecian. Le gusta elegir, para realizar sus obras de gracia,
a instrumentos d¨¦biles.
1 ¡Aleluya!
1 ¡Alaben, servidores del Señor,
1 alaben el nombre del Señor!
2 ¡Bendito sea el nombre del Señor
2 ahora y para siempre!
3 ¡Desde donde sale el sol hasta su
ocaso,
3 alabado sea el nombre del Señor!
4 ¡El Señor domina a todas las
naciones,
4 su gloria est¨¢ por encima de los
cielos!
5 ¿Qui¨¦n es como el Señor, nuestro
Dios,
5 que se sienta en las alturas,
5 pero que se inclina para ver
5 los cielos y la tierra?
7 Al pobre lo recoge desde el polvo,
7 de la mugre retira al desvalido,
8 para darle un asiento entre los
nobles,
8 con los grandes de su pueblo.
9 Da un hogar a la mujer est¨¦ril,
9 ahora feliz madre de sus hijos.
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