Abre la boca y te la llenar¨¦.¡ª«Si
mi pueblo me oyera, yo someter¨ªa luego a sus enemigos.» Somos d¨¦biles y nos
falta el dinamismo para evangelizar y cambiar el mundo: es que no
abandonamos totalmente a nuestros falsos dioses.
2 ¡Aviven a Dios, nuestra fuerza,
2 aclamen al Dios de Jacob.
3 Entonen los salmos y toquen los
tambores,
3 la melodiosa c¨ªtara y la lira!
4 Que suene el cuerno para el
primero del mes,
4 para la luna llena, el d¨ªa de
nuestra fiesta.
5 Pues es una ley en Israel,
5 una ordenanza del Dios de Jacob;
6 un decreto que impuso a Jos¨¦,
6 cuando sali¨® de la tierra de
Egipto.
6 Oy¨®, entonces, una voz
desconocida:
7 «Yo quit¨¦ la carga de su espalda,
7 sus manos han dejado la canasta.»
8 En la angustia gritaste y te
salv¨¦,
8 te respond¨ª en el secreto de la
nube,
8 te puse a prueba en las aguas de
Merib¨¢:
9 «Escucha, pueblo m¨ªo, te lo
advierto,
9 ojal¨¢ me escucharas, Israel:
10 No tengas en tu casa un dios
extraño,
10 ni te prosternes ante un dios
de afuera:
11 Yo soy Yav¨¦, tu Dios,
11 que te hice subir de la tierra
de Egipto.
11 Abre tu boca y te la llenar¨¦».
12 Pero mi pueblo no me quiso o¨ªr,
12 e Israel no me obedeci¨®.
13 Los dej¨¦, pues, que siguieran
sus caprichos
13 y caminaran seg¨²n su parecer.
14 «Ah, si mi pueblo me escuchara,
14 si Israel fuera por mis
caminos,
15 someter¨ªa en un instante a sus
enemigos,
15 volver¨ªa mi mano contra sus
opresores.
16 Los enemigos del Señor le
adular¨ªan
16 y su espanto jam¨¢s terminar¨ªa.
17 Pero a ¨¦l, con flor de trigo lo
alimentar¨ªa
17 y con miel de la roca lo
saciar¨ªa».
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