Dios lo sabe todo.—Oración
llena de admiración frente a la sabiduría de Dios; «todo está descubierto y
abierto a la vista de aquel a quien tenemos que rendir cuentas» (Hebreos
4,13).
1 Señor, tú me examinas y conoces,
2 sabes si me siento o me levanto,
2 tú conoces de lejos lo que
pienso.
3 Ya esté caminando o en la cama me
escudriñas,
3 eres testigo de todos mis pasos.
4 Aún no está en mi lengua la
palabra
4 cuando ya tú, Señor, la conoces
entera.
5 Me aprietas por detrás y por
delante
5 y colocas tu mano sobre mí.
6 Me supera ese prodigio de saber,
6 son alturas que no puedo
alcanzar.
7 ¿A dónde iré lejos de tu espíritu,
7 a dónde huiré lejos de tu rostro?
8 Si escalo los cielos, tú allí
estás,
8 si me acuesto entre los muertos,
8 allí también estás.
9 Si le pido las alas a la aurora
9 para irme a la otra orilla del
mar,
10 también allá tu mano me conduce
10 y me tiene tomado tu derecha.
11 Si digo entonces:
11 «¡Que me oculten, al menos, las
tinieblas
11 y la luz se haga noche sobre
mí!»
12 Mas para ti no son oscuras las
tinieblas
12 y la noche es luminosa como el
día.
13 Pues eres tú quien formó mis
riñones,
13 quien me tejió en el seno de mi
madre.
14 Te doy gracias por tantas
maravillas,
14 admirables son tus obras
14 y mi alma bien lo sabe.
15 Mis huesos no te estaban ocultos
15 cuando yo era formado en el
secreto,
15 o bordado en lo profundo de la
tierra.
16 Tus ojos veían todos mis días,
16 todos ya estaban escritos en tu
libro
16 y contados antes que existiera
uno de ellos.
17 ¡Tus pensamientos, Dios, cuanto
me superan,
17 qué impresionante es su
conjunto!
18 ¿Pormenorizarlos? Son más que
las arenas,
18 nunca terminaré de estar
contigo.
19 ¡Ojalá, oh Dios, mataras al
malvado
19 y se alejaran de mí los
sanguinarios;
20 arman maquinaciones en tu contra
20 y no toman en cuenta tus
declaraciones!
21 Señor, ¿no debo odiar a los que
te odian
21 y estar hastiado de los que te
atacan?
22 Con un odio perfecto yo los odio
22 y para mí también son enemigos.
23 Examíname, oh Dios, mira mi
corazón,
23 ponme a prueba y conoce mi
inquietud;
24 fíjate si es que voy por mal
camino
24 y condúceme por la antigua
senda.