Israel rechaza la idolatr¨ªa
1 Pero t¨², oh Dios nuestro, eres bueno y veraz; t¨² eres paciente y gobiernas el universo con misericordia.
2 Aunque pequemos, somos tuyos, pues reconocemos tu poder; pero, sabiendo que somos tuyos, evitaremos el pecado.
3 Toda la rectitud consiste en conocerte; reconocer tu poder es el punto de partida de la inmortalidad.
4 Nosotros no nos hemos dejado engañar por una invenci¨®n mentirosa de los hombres, por esas obras in¨²tiles de los artistas, esos ¨ªdolos embadurnados de colores.
5 S¨®lo conmueven a los insensatos, que pueden excitarse por la belleza inanimada de im¨¢genes muertas.
6 En verdad, los fabricantes de im¨¢genes s¨®lo buscan su desgracia y la tienen bien merecida, y lo mismo los que creen en ellas y las adoran.
7 Veamos ahora a un alfarero: moldea concienzudamente la blanda arcilla, modela para nuestra utilidad toda clase de objetos. De la misma masa saca utensilios destinados a usos nobles y otros, a usos ordinarios. ¿Para qu¨¦ servir¨¢ tal o cual c¨¢ntaro? Eso lo decide el alfarero.
8 Con la misma arcilla elabora la estatua de un dios falso: ¡cu¨¢nto trabajo perdido por un hombre justamente salido de la tierra y que dentro de poco volver¨¢ a ella cuando le pidan de nuevo su alma!
9 No reflexiona que tendr¨¢ que morir y que su vida es breve: s¨®lo piensa en rivalizar con los orfebres y los fundidores de plata, imita a los que cuelan el bronce y se glor¨ªa de fabricar cosas falsas.
10 Su coraz¨®n no es m¨¢s que ceniza, sus ambiciones son m¨¢s inconsistentes que la tierra; pero su existencia tiene menos valor que la arcilla
11 ya que ignora al que lo form¨® y no reconoce al que le insufl¨® un alma consciente, poniendo en ¨¦l el soplo vital.
12 La vida le parece un juego, y la existencia una seguidilla de negocios: «¡Hay que sacar provecho, dice, de cualquier parte, incluso del mal!»
13 Ese hombre sabe mejor que los otros que peca al fabricar de un mismo barro, cosas e im¨¢genes divinas.
14 Pero los enemigos de tu pueblo, los que lo oprimieron, eran realmente insensatos, y merec¨ªan m¨¢s l¨¢stima que pobres niños ingenuos.
15 Hab¨ªan adoptado como dioses a ¨ªdolos venidos de todas las naciones ¡ªim¨¢genes incapaces de ver con sus ojos, respirar con su nariz, o¨ªr con sus o¨ªdos¡ª, que no pod¨ªan ni tocar con sus dedos ni caminar con sus pies.
16 Eso era normal pues fue un hombre quien los hizo. El que los elabor¨® no ten¨ªa m¨¢s vida que la que se le dio, y ni siquiera era capaz de hacer un dios que se le asemejara,
17 porque sus manos imp¨ªas de mortal s¨®lo produc¨ªan cosas muertas. Ese hombre tiene m¨¢s valor que los objetos que adora: ¨¦l por lo menos vive, pero ¨¦stos, jam¨¢s.
18 Esa gente adora hasta a las fieras m¨¢s repugnantes (porque de hecho son m¨¢s est¨²pidas que las dem¨¢s).
19 Estas no tienen absolutamente nada de atrayente y espantan cualquier deseo de alabar a Dios y de darle gracias.