Otra formulaci¨®n del Dec¨¢logo
1 Mois¨¦s convoc¨® a todo Israel y le dijo: ¡°Escucha, Israel, las normas y los mandamientos que te enseño en este d¨ªa; ustedes los aprender¨¢n y cuidar¨¢n de ponerlos en pr¨¢ctica.
2 Nuestra es la alianza que nos dio Yav¨¦, nuestro Dios, en el Horeb.
3 Pues su alianza, no la tiene pactada con nuestros padres, sino m¨¢s bien con nosotros que hoy estamos aqu¨ª todos vivos.
4 Yav¨¦ nos habl¨® cara a cara en el monte, desde en medio del fuego.
5 Entonces yo estaba entre Yav¨¦ y ustedes y los tuve informados, pues aquel fuego los manten¨ªa a distancia, y ustedes no subieron al monte. Estas fueron sus palabras:
6 ¡°Yo soy Yav¨¦, tu Dios, que te saqu¨¦ de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud.
7 No tendr¨¢s otro dios delante de m¨ª.
8 No te har¨¢s ¨ªdolos, no te har¨¢s figura alguna de las cosas que hay arriba en el cielo o aqu¨ª debajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
9 Ante ellas no te hincar¨¢s ni les rendir¨¢s culto; porque yo, Yav¨¦, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generaci¨®n de los que me odian.
10 Pero mantengo mi favor por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos.
11 No har¨¢s mal uso del nombre de Yav¨¦, tu Dios, porque Yav¨¦ no dejar¨¢ sin castigo a quien se aproveche de su nombre.
12 Cuida de santificar el d¨ªa s¨¢bado, como Yav¨¦, tu Dios, te lo manda.
13 Seis d¨ªas tienes para trabajar y hacer tus quehaceres.
14 Pero el d¨ªa s¨¦ptimo es el Descanso en honor de Yav¨¦, tu Dios. No har¨¢s ning¨²n trabajo, ni t¨², ni tu hijo, ni tu hija, ni tu servidor, ni tu sirvienta, ni tu buey, ni tu burro u otro de tus animales. Tampoco trabajar¨¢ el extranjero que est¨¢ en tu pa¨ªs. Tu servidor y tu sirvienta descansar¨¢n as¨ª como t¨²,
15 pues no olvides que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, de la que Yav¨¦, tu Dios, te sac¨® actuando con mano firme y dando grandes golpes; por eso Yav¨¦, tu Dios, te manda guardar el d¨ªa s¨¢bado.
16 Honra a tu padre y a tu madre, como Yav¨¦, Dios tuyo, te lo tiene mandado, y tus d¨ªas se prolongar¨¢n por mucho tiempo y te ir¨¢ bien en la tierra que Yav¨¦, tu Dios, te da.
17 No matar¨¢s.
18 No cometer¨¢s adulterio.
19 No robar¨¢s.
20 No dar¨¢s falso testimonio contra tu pr¨®jimo.
21 No desear¨¢s la mujer de tu pr¨®jimo. No codiciar¨¢s la casa de tu pr¨®jimo, ni su campo, ni su servidor, ni su sirvienta, ni su buey, ni su burro, ni cosa alguna suya.¡±
22 Estas son las palabras que dijo Yav¨¦ a toda la asamblea que estaba en el monte, desde en medio del fuego y la espesa nube. Dichas palabras resonaron con estruendo y no se les añadi¨® nada. Y luego Yav¨¦ las escribi¨® en dos tablas de piedra que me entreg¨®.
23 Cuando oyeron aquella voz en medio de las tinieblas, mientras que el monte ard¨ªa, se acercaron a m¨ª todos los jefes de sus tribus y los ancianos.
24 Y dijeron: ¡°Yav¨¦, Dios nuestro, acaba de mostrarnos su gloria y su grandeza y hemos o¨ªdo su voz en medio del fuego. Hoy hemos visto a Dios hablando al hombre sin que ¨¦ste muriera;
25 pero nosotros vamos a morir si nos quedamos escuchando la voz de Yav¨¦, nuestro Dios, pues nos va a consumir este fuego terrible
26 ¿Qu¨¦ hombre quedar¨¢ con vida despu¨¦s de escuchar la voz de Dios vivo hablando de en medio del fuego, como lo hace ahora con nosotros?
27 Mejor ac¨¦rcate t¨² para o¨ªr todo lo que diga Yav¨¦, nuestro Dios, y luego t¨² nos las dices para que las pongamos en pr¨¢ctica.¡±
28 Yav¨¦ oy¨® estas palabras mientras ustedes me hablaban, y me dijo: ¡°He o¨ªdo lo que dice este pueblo; en todo han hablado bien.
29 ¡Ojal¨¢ que siempre tengan el mismo esp¨ªritu, me teman y guarden todos mis preceptos!, pues entonces les ir¨ªa bien a ellos y a sus hijos eternamente.
30 Ahora les vas a decir que vuelvan a sus tiendas de campaña.
31 Pero t¨² te quedar¨¢s conmigo, para que yo te diga todos los mandamientos, preceptos y leyes que habr¨¢s de enseñarles y as¨ª los pongan en pr¨¢ctica en la tierra que yo quiero que sea suya.¡±
32 Ustedes guardar¨¢n y cumplir¨¢n lo que Yav¨¦ les tiene ordenado. No se desv¨ªen ni a la derecha ni a la izquierda,
33 sino que sigan en todo el camino que Yav¨¦ les ha marcado; as¨ª vivir¨¢n y tendr¨¢n ¨¦xito, y sus d¨ªas se prolongar¨¢n en la tierra que pasar¨¢ a ser suya.