¿Acaso Dios tuerce el derecho?
1 Entonces Bildad de Suaj dijo:
2 «¿Hasta cu¨¢ndo hablar¨¢s as¨ª
2 y soltar¨¢s tus palabras como viento que no cesa?
3 ¿Acaso Dios tuerce el derecho
3 y el Alt¨ªsimo ha faltado a la justicia?
4 Si tus hijos pecaron contra ¨¦l,
4 ¨¦l ya los entreg¨® en manos de su maldad.
5 Pero si recurres a Dios
5 e imploras al Omnipotente,
6 si eres puro y sincero,
6 ¨¦l cuidar¨¢ de ti inmediatamente
6 para ponerte en el lugar que mereces por ser justo.
7 Tu antiguo estado parecer¨¢ bien poco,
7 tan feliz ser¨¢ el nuevo.
8 Pregunta a la generaci¨®n pasada
8 y medita en la experiencia de tus padres.
9 Nosotros somos de ayer, no sabemos nada,
9 pues en la tierra pasamos como una sombra.
10 Pero ellos te enseñar¨¢n y te hablar¨¢n,
10 expresar¨¢n para ti su pensamiento.
11 ¿Acaso crece el papiro fuera del pantano
11 y el junco donde no hay aguas?
12 A¨²n en su verdor, antes de que lo corten,
12 se seca m¨¢s pronto que cualquier hierba.
13 Esta es la suerte de los que olvidan a Dios,
13 as¨ª perecen las esperanzas del imp¨ªo.
14 Su confianza pende de un hilo
14 y su seguridad es una tela de araña.
15 Si se apoya en ella, no lo aguanta,
15 se agarra a ella, y no resiste.
16 A la luz del sol crec¨ªa vigoroso
16 y con sus ramas cubr¨ªa el jard¨ªn.
17 Sus ra¨ªces serpenteaban por la pendiente,
17 se adher¨ªan a las rocas.
18 Pero lo han quitado de su lugar
18 y lo niega su propio sitio: ¡°Nunca te he visto.¡±
19 V¨¦anlo c¨®mo se pudre en el camino,
19 mientras que en el suelo brotan otros.
20 No, Dios no desprecia al hombre ¨ªntegro,
20 ni tampoco toma de la mano a los malvados.
21 Tu boca a¨²n se llenar¨¢ de risa,
21 se ver¨¢ en tus labios la alegr¨ªa.
22 Tus enemigos se avergonzar¨¢n
22 y la carpa de los malos desaparecer¨¢.»