¿Qu¨¦ es el hombre para que te fijes en ¨¦l?
1 Job tom¨® la palabra y dijo:
2 «Si se pudiese pesar mi aflicci¨®n
2 y poner mis males sobre una balanza,
3 pesar¨ªan m¨¢s que la arena de los mares,
3 y por eso hablo tan impetuosamente.
4 Llevo en m¨ª las flechas del Omnipotente
4 mi esp¨ªritu bebe su veneno,
4 ¿qu¨¦ dir¨¦ a Dios cuando ellas me atormentan?
5 ¿Rebuzna acaso un burro junto a la hierba verde?
5 ¿Muge un buey junto al forraje?
6 ¿Tiene gusto la comida sin sal?
6 ¿Se encontrar¨¢ sabor en la clara del huevo?
7 Pero ahora s¨®lo tengo por pan
7 todo lo que no quer¨ªa tocar.
8 ¡Ojal¨¢ se escuchara mi ruego
8 y Dios me concediera lo que espero,
9 que por fin se decida a aplastarme,
9 que deje caer su mano y me suprima.
10 Al menos tendr¨ªa consuelo
10 y gozo en medio de mi terrible susto,
10 porque no habr¨ªa maldecido la decisi¨®n del Santo.
11 ¿Tendr¨¦ a¨²n fuerzas para esperar,
11 y qu¨¦ futuro puedo esperar a¨²n?
12 ¿Acaso resistir¨¦ como la roca?
12 ¿Es mi carne de bronce?
13 Ya no encuentro en m¨ª fuerza que me salve
13 y toda ayuda se ha ido lejos de m¨ª.
14 El que niega la compasi¨®n al pr¨®jimo
14 desecha el temor del Omnipotente.
15 Mis hermanos me han fallado como un arroyo,
15 como un torrente que dura s¨®lo un tiempo:
16 Era el derretimiento de los hielos,
16 las aguas brotaban por debajo de las nieves,
17 pero llega el verano y se evaporan,
17 en cuanto hace calor queda seco su lecho.
18 En busca de ellos las caravanas alargan su camino,
18 se hunden en lo desconocido.
19 Los viajeros de Tem¨¢n se ubicaban con ellos,
19 y se dirig¨ªan hacia ellos las caravanas de Sab¨¢,
20 pero su esperanza ha sido en vano,
20 al llegar no saben qu¨¦ hacer.
21 As¨ª son ahora ustedes para m¨ª.
21 Han visto cosas horribles y les entra miedo.
22 ¿Les he dicho acaso: «Denme algo,
22 resc¨¢tenme con algo de su fortuna,
23 o l¨ªbrenme de una mano enemiga
23 y resc¨¢tenme de manos de alg¨²n opresor?
24 Acl¨¢renme esto y callar¨¦.
24 H¨¢ganme ver en qu¨¦ me he equivocado.
25 ¡Da gusto escuchar una sana correcci¨®n!
25 Pero, ¿qu¨¦ pretenden con sus sermones?
26 ¿Quieren s¨®lo condenar mis palabras,
26 o rectificar lo dicho por un hombre que sufre?
27 Mas ustedes disponen de m¨ª como de un indefenso
27 y traicionan a su propio amigo.
28 Se lo pido, m¨ªrenme,
28 no les mentir¨¦ a la cara.
29 ¡Comiencen de nuevo, pero sin faltar a la justicia!
29 Retomemos el examen de mi causa.
30 ¿Hay acaso falsedad en mis discursos?
30 ¿No s¨¦ todav¨ªa distinguir el mal del bien?»
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Comentarios Job, cap¨ªtulo 6
6,1
Job se enoja con esos amigos que le dicen palabras, pero no le dan la paz. Ahora suplica a Dios que lo haga morir antes de que, por el exceso del mal, llegue a rebelarse contra ¨¦l (6,8-10).
En 6,15-30, Job subraya el abismo que separa al que sufre del que lo viene a consolar. ¿Cu¨¢ntas m¨¢scaras al lado de un enfermo? Las palabras de consuelo a menudo son un disfraz: el que consuela al afligido quiere disimular su propio desconcierto ante el dolor del otro y su incapacidad para darle un alivio eficaz. El enfermo, sin embargo, no se deja engañar porque sabe lo que siente, y se halla m¨¢s aislado.