¿Por qu¨¦ me haces ver la injusticia?
1 Este fue el encargo que recibi¨® en una visi¨®n el profeta Habacuq:
2 ¿Hasta cu¨¢ndo, Yav¨¦, te pedir¨¦ socorro sin que t¨² me hagas caso, y te recordar¨¦ la opresi¨®n sin que t¨² salves?
3 ¿Por qu¨¦ me obligas a ver la injusticia? ¿Acaso tus ojos soportan la opresi¨®n? S¨®lo observo robos y atropello y no hay m¨¢s que querellas y altercados.
4 Por eso, la Ley est¨¢ sin fuerza y no se hace justicia. Como los malvados mandan a los buenos, no se ve m¨¢s que derecho torcido.
Primera respuesta
5 Miren, traidores y contemplen, as¨®mbrense y qu¨¦dense alelados, porque voy a realizar en su ¨¦poca algo que no cree r¨ªan si se lo hubieran contado.
6 Pues ahora empujo a los caldeos, pueblo terrible y arrollador, que recorre enormes distancias para apoderarse de pa¨ªses ajenos.
7 Es terrible y temible, y se hace su propio derecho.
8 Sus caballos son m¨¢s r¨¢pidos que las panteras, m¨¢s tenaces que los lobos de la estepa;
9 sus jinetes galopan y vienen desde lejos, vuelan como el ¨¢guila que se precipita sobre su presa. Se lanzan juntos al asalto, sin mirar m¨¢s que a su presa, y amontonan los cautivos como arena.
10 Este pueblo se burla de los reyes, se r¨ªe de los soberanos; no le importan las ciudades fortificadas, pues levanta terraplenes y se apodera de ellas.
11 ¡Y as¨ª pasa y se va como el viento...! ¡Su fuerza es su dios!
Segunda queja del profeta
12 Mi Dios, mi Santo ¿no eres t¨² el Yav¨¦ de antes que no puede morir? ¿Has hecho de este pueblo, oh Yav¨¦, el instrumento de tu justicia? ¿Acaso lo has escogido, Roca m¨ªa, para corregirnos?
13 Tus ojos son puros y no soportas el mal y ni puedes ver la opresi¨®n. ¿Por qu¨¦, entonces, miras a los traidores y observas en silencio c¨®mo el malvado se traga a otro m¨¢s bueno que ¨¦l?
14 T¨² tratas a los hombres como a los peces del mar, como a los reptiles que no pertenecen a nadie.
15 Ese pueblo los pesca a todos con su anzuelo, los saca con su red y los va amontonando en su malla.
16 Feliz y contento por su pesca, le ofrece sacrificios a su red, quema incienso a sus mallas, pues a ellas les debe que haya pescado tanto y tenga que comer en abundancia.
17 ¿Seguir¨¢, pues, tirando constantemente la espada, masacrando sin piedad a las naciones?
************************
Comentarios Habacuq, cap¨ªtulo 1
1,1
Dos quejas del profeta y dos respuestas de Dios:
¡ª 1,1: Primera queja: ¿por qu¨¦ tanta maldad en Jud¨¢?
¡ª 1,5: Respuesta ir¨®nica de Yav¨¦: dentro de poco los caldeos restablecer¨¢n el orden, invadi¨¦ndolo y saque¨¢ndolo todo.
¡ª 1,12: Segunda queja: ¿por qu¨¦ Yav¨¦ usa medios tales como la invasi¨®n caldea para realizar su justicia?
¡ª 2,1: Respuesta de Yav¨¦: alg¨²n d¨ªa se comprobar¨¢ que no se trata igual a buenos y malos. El que se mantenga fiel se salvar¨¢.