1 En el futuro, el cerro de la Casa de Yav¨¦ ser¨¢ puesto sobre los altos montes y dominar¨¢ los lugares m¨¢s elevados.
1 Ir¨¢n a verlo todas las naciones
2 y subir¨¢n hacia ¨¦l muchos pueblos, diciendo: «Vengan, subamos al cerro de Yav¨¦, a la Casa del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos y caminemos por sus sendas. Porque la enseñanza irradia de Si¨®n, de Jerusal¨¦n sale la palabra de Yav¨¦.»
3 El Señor gobernar¨¢ las naciones y enderezar¨¢ a la humanidad. Har¨¢n arados de sus espadas y sacar¨¢n hoces de sus lanzas. Una naci¨®n no levantar¨¢ la espada contra otra y no se adiestrar¨¢n para la guerra.
4 Cada uno podr¨¢ permanecer sentado bajo su parr¨®n o su higuera sin que nadie lo moleste; pues as¨ª lo dice el Señor.
5 Mientras todos los pueblos caminan cada uno en nombre de sus dioses, nosotros caminamos en el Nombre de Yav¨¦, nuestro Dios, por siempre jam¨¢s.
6 Ese d¨ªa, dice Yav¨¦, recoger¨¦ a la oveja coja y llevar¨¦ al corral a la perdida, y a la que hab¨ªa maltratado.
7 De las cojas salvar¨¦ un resto, y har¨¦ de las extraviadas una naci¨®n poderosa. Reinar¨¦ sobre ellas en el monte Si¨®n, desde ahora y para siempre.
8 Y t¨², Si¨®n, torre de donde se vigila el rebaño, recuperar¨¢s la antigua soberan¨ªa, la autoridad real sobre todo Israel.
9 ¿Por qu¨¦ ahora gritas de esa manera? ¿Te quedaste sin rey o desaparecieron tus ministros para que te quejes de dolor como mujer que da a luz?
10 Retu¨¦rcete de dolor y grita, hija de Si¨®n, como mujer que da a luz, porque ahora saldr¨¢s de la ciudad para vivir en despoblado. Llegar¨¢s hasta Babilonia, pero all¨ª ser¨¢s liberada, pues Yav¨¦ te libertar¨¢ del poder de tus enemigos.
11 Naciones numerosas se re¨²nen ahora para atacarte, diciendo: «Somet¨¢moslo al saqueos y gocemos mirando su derrota.»
12 Pero ellos no saben lo que piensa Yav¨¦ y no comprenden sus designios, pues ¨¦l los ha juntado como a las gavillas en la era.
13 ¡Lev¨¢ntate, pues, y apl¨¢stalos con tus pies, hija de Si¨®n, porque te pondr¨¦ cuernos de hierro, y pezuñas de bronce para que tritures a muchos pueblos! Entonces consagrar¨¢s sus despojos a Yav¨¦, y sus riquezas ser¨¢n para el Señor del mundo entero.
14 Ahora ¡¨¢nimo!, fortaleza, pues nos rodean con trincheras y le dan un varillazo en la cara al que gobierna a Israel.
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Comentarios Miqueas, cap¨ªtulo 4
4,1
Aqu¨ª se encuentra un or¨¢culo id¨¦ntico al de Isa¨ªas 2,2. El p¨¢rrafo 9-10 anuncia el Destierro. Diferente es el trozo 11-13, que se parece mucho a los poemas de Isa¨ªas sobre la invencible Si¨®n (ver Is 29,1 y 31,4).
El p¨¢rrafo 6-7 dice la seguridad del pueblo de Dios entre las fuerzas hostiles del mundo.