¿Por qu¨¦ tienen suerte los malos?
1 Yav¨¦, t¨² tienes siempre la raz¨®n cuando yo hablo contigo, y, sin embargo, hay un punto que quiero discutir: ¿Por qu¨¦ tienen suerte los malos y son felices los traidores?
2 Los plantas en esta tierra y en seguida echan ra¨ªces, crecen y dan frutos, a pesar de que te honran con puras palabras y est¨¢s lejos de sus corazones.
3 En cambio, a m¨ª me conoces, Yav¨¦; me has visto y has comprobado que mi coraz¨®n est¨¢ contigo. Ll¨¦vatelos como ovejas al matadero y señ¨¢lalos para el d¨ªa de la matanza.
4 ¿Hasta cu¨¢ndo estar¨¢ de luto el pa¨ªs? ¿Permanecer¨¢ seco el pasto de los campos? Aves y bestias ya han perecido por causa de la maldad de los hombres, pues ellos dicen: «Dios no ve nuestra conducta.»
5 «Si te cansa correr con los de a pie, ¿c¨®mo competir¨¢s con los de a caballo? Si en pa¨ªs tranquilo no te sientes seguro, ¿qu¨¦ har¨¢s en los bosques del Jord¨¢n?»
Quejas del Señor
6 Tus hermanos y parientes
Tambien te van a traicionar;
Te ir¨¢n criticando a tus espaldas.
No te f¨ªes de ellos
Cuando te digan hermosas palabras.
7 Abandon¨¦ mi casa,
7 dej¨¦ mi propiedad,
7 he entregado lo que m¨¢s quer¨ªa
7 en manos de mis enemigos.
8 Los m¨ªos se han portado conmigo
8 como un le¨®n de la selva,
8 que ha lanzado contra m¨ª sus rugidos;
8 por eso, les tengo rencor.
9 ¿Ser¨¢ acaso mi pueblo un buitre de plumaje feo,
9 para que todos los dem¨¢s se lancen contra ¨¦l?
9 ¡Ea, j¨²ntense ustedes, fieras salvajes,
9 vayan a devorar!
10 Muchos pastores han saqueado mi viña,
10 han pisoteado mi propiedad
10 y han convertido mi campo, que tanto quer¨ªa,
10 en un potrero sin pasto.
10 Lo han dejado hecho una l¨¢stima,
10 sin nada de vegetaci¨®n.
11 ¡El pa¨ªs est¨¢ totalmente destruido
11 y nadie se conmueve por eso!
12 Los saqueadores han subido
12 a todas las alturas peladas del desierto,
12 pues Yav¨¦ tiene una espada que devora
12 de un extremo al otro del pa¨ªs
12 y nadie se salvar¨¢.
13 Sembraron trigo, y cosecharon espinas:
13 se han cansado in¨²tilmente.
13 Les da verg¨¹enza lo poco que han cosechado,
13 por la mucha ira de Yav¨¦.
14 As¨ª ha dicho Yav¨¦: «A todos mis malvados vecinos, que han invadido la propiedad que yo le hab¨ªa regalado a mi pueblo Israel, los voy a arrancar de su suelo. Y a la casa de Jud¨¢ la arrancar¨¦ de en medio de ellos.
15 Pero despu¨¦s de haberlos arrancado, de nuevo me compadecer¨¦ de ellos y los har¨¦ volver a cada uno a su propiedad, a cada uno a su pa¨ªs.
16 Y si aprenden con cuidado los preceptos de mi pueblo, de tal modo que lleguen a jurar en nombre m¨ªo: ¡°Por vida de Yav¨¦¡±, as¨ª como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, entonces ser¨¢n establecidos en medio de mi pueblo.
17 Pero si se niegan a obedecerme, arrancar¨¦ a aquella gente y la har¨¦ desaparecer, dice Yav¨¦.»
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Comentarios Jerem¨ªas, cap¨ªtulo 12
12,1
Por primera vez Jerem¨ªas pregunta sobre la prosperidad de los malos. Lo mismo har¨¢n los salmos 73 y 49 y, sobre todo, el libro de Job. Jerem¨ªas no pregunta sin motivo: es diariamente perseguido.
Si te cansa correr con los de a pie, ¿c¨®mo competir¨¢s con los de a caballo? (5). La respuesta de Yav¨¦ parece dura: solamente anuncia a Jerem¨ªas otras pruebas m¨¢s crueles (es lo que significa ese refr¨¢n). Cuando sus verdaderos amigos vacilan, Dios no les ofrece alivio, sino que m¨¢s bien les propone nuevos sacrificios.
El vers¨ªculo 12,6 tiene su lugar en 11,18.
12,14
Este p¨¢rrafo no es de Jerem¨ªas, sino que lo insertaron aqu¨ª despu¨¦s que los jud¨ªos volvieron del Exilio.