Los israelitas se establecen al otro lado del Jord¨¢n
1 Los hijos de Rub¨¦n y los hijos de Gad, que ten¨ªan muy grandes rebaños, vieron que el pa¨ªs de Yazer y el de Galaad eran tierras buenas para la ganader¨ªa.
2 Y fueron a decir a Mois¨¦s, al sacerdote Eleazar y a los jefes de la comunidad:
3 «Miren c¨®mo son Atarot, Dib¨®n, Yaser, Nimr¨¢, Jesb¨®n, Elal¨¦, Seban, Nebo y Be¨®n,
4 este pa¨ªs que Yav¨¦ entreg¨® a la comunidad de Israel. Esta es tierra de ganado y nosotros tenemos ganado.» Y agregaron:
5 «Si quieres hacernos ese favor, que se nos d¨¦ esta tierra en propiedad, no nos hagas pasar el Jord¨¢n.»
6 Mois¨¦s contest¨® a los hijos de Gad y a los de Rub¨¦n: «¿Acaso nuestros hermanos van a ir al combate mientras ustedes se quedan aqu¨ª?
7 Est¨¢n desalentando a los hijos de Israel, que ya no querr¨¢n pasar a la tierra que Yav¨¦ les ha dado.
8 As¨ª hicieron sus padres cuando los mand¨¦ de Cad¨¦s-Barn¨¦ a explorar la tierra.
9 Entraron hasta el valle de Escol y vieron la tierra, pero luego desanimaron a los israelitas, que ya no quisieron entrar en la tierra que Yav¨¦ les hab¨ªa dado.
10 Por eso Yav¨¦ se enoj¨® ese d¨ªa e hizo este juramento:
11 ¡°Los hombres que salieron de Egipto, los de veinte años para arriba, no ver¨¢n la tierra que promet¨ª a Abraham, a Isaac y a Jacob, porque no han sido fieles.
12 Solamente lo har¨¢n Caleb, hijo de Jefon¨¦, el queniceo, y Josu¨¦, hijo de Nun, que siguieron a Yav¨¦ sin fallarle.¡±
13 Yav¨¦ se enoj¨® y durante cuarenta años los hizo andar por el desierto, hasta que se acab¨® toda aquella generaci¨®n que hab¨ªa obrado mal a los ojos de Yav¨¦.
14 ¡Raza de pecadores! Ustedes ahora imitan a nuestros padres y quieren que el furor de la ira de Yav¨¦ se encienda contra Israel.
15 Si ustedes dejan de obedecerle, ¨¦l prolongar¨¢ la estad¨ªa en el desierto y por culpa de ustedes se perder¨¢ todo este pueblo.»
16 Entonces se acercaron a Mois¨¦s y le dijeron: «Vamos a construir aqu¨ª corrales para nuestras ovejas y ciudades para nuestros niños.
17 Pero nosotros tomaremos las armas y estaremos a la vanguardia de los hijos de Israel hasta que los introduzcamos en la parte que les corresponde, mientras que nuestros hijos se quedar¨¢n en las plazas fuertes, al abrigo de los habitantes del pa¨ªs.
18 No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel no hayan recibido cada uno su herencia.
19 No pediremos que se nos d¨¦ parte de la herencia con ellos al otro lado del Jord¨¢n, ya que tendremos nuestra herencia por el lado oriental.»
20 Mois¨¦s les dijo: «Hagan lo que acaban de decir, ¨¢rmense para combatir delante de Yav¨¦,
21 y pasen armados el Jord¨¢n delante de Yav¨¦, hasta que arroje a sus enemigos ante ¨¦l.
22 Cuando el pa¨ªs est¨¦ sometido a Yav¨¦, volver¨¢n a su tierra, y ni Yav¨¦ ni Israel los podr¨¢n reprochar: esta tierra ser¨¢ de ustedes a los ojos de Yav¨¦.
23 Pero, si no lo hacen, sepan que ser¨¢ un pecado contra Yav¨¦ y este pecado los seguir¨¢.
24 Construyan, pues, ciudades para sus hijos y corrales para sus rebaños, pero cumplan sus promesas.»
25 Los hijos de Gad y los hijos de Rub¨¦n contestaron: «Tus siervos har¨¢n como mi señor manda;
26 nuestros hijos, nuestras mujeres, nuestros rebaños y todo nuestro ganado se quedar¨¢n aqu¨ª, en las ciudades de Galaad,
27 pero tus siervos, todos los que llevan armas, pasar¨¢n delante de Yav¨¦ para ir a la guerra, como dice mi señor.»
28 Mois¨¦s entonces dio orden al sacerdote Eleazar, a Josu¨¦, hijo de Nun, y a los jefes de las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel respecto a ellos.
29 Mois¨¦s dijo: «Si los hijos de Gad y de Rub¨¦n pasan con ustedes el Jord¨¢n y van armados delante de Yav¨¦, cuando ustedes hayan conquistado el pa¨ªs les dar¨¢n esta tierra de Galaad en propiedad.
30 Pero si no pasan armados con ustedes, tendr¨¢n su herencia entre ustedes en el pa¨ªs de Cana¨¢n.»
31 Los hijos de Gad y de Rub¨¦n contestaron: «Lo que Yav¨¦ ha dicho a tus siervos lo haremos.
32 Pasaremos armados delante de Yav¨¦ al pa¨ªs de Cana¨¢n, pero nuestra parte de la herencia ser¨¢ a este lado del Jord¨¢n.»
33 Mois¨¦s dio a los hijos de Gad, a los de Rub¨¦n y a la media tribu de Manas¨¦s, hijo de Jos¨¦, el reino de Sij¨®n, rey de los amorreos, y el reino de Og, rey de Bas¨¢n. Les dio el pa¨ªs con las ciudades comprendidas en sus fronteras y las ciudades vecinas.
34 Los hijos de Gad construyeron las plazas fuertes de Dib¨®n,
35 Atarot y Aa roer, Atrot-Sof¨¢n, Yazer, Yogboh¨¢,
36 Bet-Ninr¨¢, Bet-Har¨¢n, y rediles para los rebaños.
37 Los hijos de Rub¨¦n construyeron Jesb¨®n, Elal¨¦, Quiryatayim,
38 Nebo, Baal-Me¨®n, que cambiaron de nombre, y Sibm¨¢. Y pusieron nombres a las ciudades que construyeron.
39 Los hijos de Makir, hijo de Manas¨¦s, fueron a Galaad, lo conquistaron y expulsaron a los amorreos que viv¨ªan all¨ª.
40 Mois¨¦s dio Galaad a Makir, hijo de Manas¨¦s, que se estableci¨® all¨ª.
41 Ya¨ªr, hijo de Manas¨¦s, se apoder¨® de las aldeas de ellos y las llam¨® Aldeas de Ya¨ªr.
42 Nobaj se apoder¨® de Quenat y de sus aldeas y les puso su propio nombre de Nobaj.
************************
Comentarios N¨²meros, cap¨ªtulo 32
32,1
No todos los israelitas partieron juntos de Cad¨¦s, oasis del desierto donde estuvieron «cuarenta años». La imagen tradicional del pueblo israelita partiendo como un solo hombre para conquistar la tierra de Cana¨¢n es m¨¢s po¨¦tica que hist¨®rica. Estos hombres eran de car¨¢cter independiente y cada grupo andaba libremente tras sus rebaños fuera de los momentos m¨¢s dif¨ªciles en que se reun¨ªan, como sucedi¨® con Mois¨¦s. Varios partieron de Cad¨¦s antes o despu¨¦s de Mois¨¦s: el grupo m¨¢s importante fue el que penetr¨® en Galaad, al otro lado del Jord¨¢n, donde se instalaron pac¨ªficamente en medio de otros pueblos.
El p¨¢rrafo 32,20-22 recalca la solidaridad entre los israelitas.