El nuevo orden del mundo
1 Bendijo Dios a No¨¦ y a sus hijos y les dijo: «Crezcan, multipl¨ªquense y pueblen la tierra.
2 Teman y tiemblen ante ustedes todos los animales de la tierra y todas las aves del cielo. Pongo a su disposici¨®n cuanto se mueve sobre la tierra y todos los peces del mar.
3 Todo lo que tiene movimiento y vida les servir¨¢ de alimento; se lo entrego lo mismo que hice con los vegetales y las hierbas.
4 Lo ¨²nico que no deben comer es la carne con su alma, es decir, con su sangre.
5 Pero tambi¨¦n reclamar¨¦ la sangre de ustedes como si fuera su alma. Pedir¨¦ cuenta de ella a cualquier animal. Y tambi¨¦n el hombre deber¨¢ responder de la sangre de cualquier hombre, hermano suyo.
6 Quien derrame sangre del hombre, su sangre ser¨¢ tambi¨¦n derramada por el hombre, porque Dios cre¨® al hombre a imagen suya.
7 En cuanto a ustedes, tengan hijos y multipl¨ªquense, disp¨¦rsense sobre la tierra y dom¨ªnenla.»
8 Dios dijo a No¨¦ y a sus hijos:
9 «Miren, voy a hacer una alianza con ustedes y con sus descendientes despu¨¦s de ustedes;
10 y tambi¨¦n con todos los seres vivientes que est¨¢n con ustedes: aves, animales dom¨¦sticos, y fieras salvajes, en una palabra, con todas las bestias de la tierra que han salido del arca.
11 El pacto que contraigo con ustedes es que, en adelante, ning¨²n ser viviente morir¨¢ por las aguas de un diluvio, ni habr¨¢ nunca m¨¢s diluvio que destruya la tierra.»
12 Y Dios dijo: «Esta es la señal de la alianza que establezco entre ustedes y yo, y con todo animal viviente que est¨¦ con ustedes, por todas las generaciones que han de venir:
13 Pongo mi arco en las nubes para que sea una señal de mi alianza con toda la tierra.
14 Cuando yo cubra de nubes la tierra y aparezca el arco en las nubes,
15 me acordar¨¦ de mi alianza con ustedes y con toda criatura que tiene vida, y nunca m¨¢s habr¨¢ aguas diluviales para acabar con toda carne.
16 Pues el arco estar¨¢ en las nubes; yo al verlo me acordar¨¦ de la alianza perpetua de Dios con toda carne, o sea, con todo ser animado que se mueve sobre la tierra.»
17 Y dijo Dios a No¨¦: «Esta es la señal de la alianza que yo he establecido entre m¨ª y todo ser terrestre.»
Los hijos de No¨¦
18 Los hijos de No¨¦ que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet. Cam es el padre de Cana¨¢n.
19 Esos tres son los hijos de No¨¦, y de ¨¦stos se pobl¨® toda la tierra.
20 No¨¦ comenz¨® a trabajar la tierra y plant¨® una viña.
21 Bebi¨® el vino, se embriag¨® y qued¨® tendido sin ropas en medio de su tienda.
22 Cam, padre de Cana¨¢n, vio que su padre estaba desnudo y fue a dec¨ªrselo a sus dos hermanos que estaban fuera.
23 Pero Sem y Jafet tomaron un manto, se lo echaron al hombro, y caminando de espaldas, entraron a tapar a su padre. Como hab¨ªan entrado de espaldas, mirando hacia afuera, no vieron a su padre desnudo.
24 Cuando despert¨® No¨¦ de su embriaguez, supo lo que hab¨ªa hecho con ¨¦l su hijo menor, y dijo:
25 «¡Maldito sea Cana¨¢n! ¡Ser¨¢ esclavo de los esclavos de sus hermanos!
26 ¡Bendito sea Yav¨¦, Dios de Sem, y sea Cana¨¢n esclavo suyo!
27 Que Dios agrande a Jafet y habite en las tiendas de Sem, y sea Cana¨¢n esclavo de ellos.»
28 No¨¦ vivi¨® a¨²n trescientos cincuenta años despu¨¦s del diluvio. Al morir No¨¦ ten¨ªa novecientos cincuenta años.
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Comentarios G¨¦nesis, cap¨ªtulo 9
9,1
La inmensa mayor¨ªa de los textos del Antiguo Testamento hablan s¨®lo de la salvaci¨®n prometida al pueblo particular de Dios, los descendientes de Abraham que formar¨¢n el pueblo de Israel. Fue entre ellos y para ellos que se escribieron los libros sagrados. Aqu¨ª sin embargo, en el momento en que los pueblos est¨¢n para dispersarse, Dios les da su bendici¨®n, de la que no se retractar¨¢: ¨¦stos tambi¨¦n son amados y bendecidos.
9,4
La ley universal se resume en el servicio a la vida (sean fecundos) y en el respeto a los dem¨¢s. Mientras que el primer cap¨ªtulo impon¨ªa un r¨¦gimen vegetariano, el ¨²nico perfecto en un mundo no violento, aqu¨ª, teniendo en cuenta la realidad, Dios s¨®lo pide no comer la sangre que es portadora de vida. Y la bendici¨®n se extiende tanto al universo como a las conquistas del hombre: la historia alcanzar¨¢ el t¨¦rmino que Dios le ha fijado.
9,12
Dios da signos de su providencia y de su bondad a todos los hombres y por todo el mundo en los acontecimientos de cada d¨ªa. Invita a los descendientes de No¨¦ a que interpreten el arco iris como la señal de su alianza con ellos. Colgar el arco en el muro era el signo de tiempo de paz: el arco iris es el arco que Dios cuelga en el cielo, que es su tienda.
9,18
En las culturas primitivas, que buscaban experiencias sobrenaturales, se hizo de la embriaguez como un rito sagrado: cre¨ªan reconocer en el vino esas fuerzas vitales que les permitir¨ªan escapar del correr del tiempo. La Biblia recoge estas ideas, y por tanto celebra a No¨¦ m¨¢s bien que condenarlo.