15 Jes¨²s le respondi¨®: ¡¶Deja que hagamos as¨ª por ahora. De este modo cumpliremos todo como debe hacerse.» Entonces Juan acept¨®. La Biblia Latinoamericana-Evangelio seg¨²n Mateo Cap¨ªtulo 3
Evangelio seg¨²n Mateo Cap¨ªtulo 3
Juan Bautista anuncia la venida de Jes¨²s
1 Por aquel tiempo se present¨® Juan Bautista y empez¨® a predicar en el desierto de Judea;
2 ¨¦ste era su mensaje: «Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos est¨¢ cerca.»
3 Es a Juan a quien se refer¨ªa el profeta Isa¨ªas cuando dec¨ªa: Una voz grita en el desierto: Preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos.
4 Adem¨¢s de la piel que le ceñ¨ªa la cintura, Juan no ten¨ªa m¨¢s que un manto hecho de pelo de camello. Su comida eran langostas y miel silvestre.
5 Ven¨ªan a verlo de Jerusal¨¦n, de toda la Judea y de la regi¨®n del Jord¨¢n.
6 Y adem¨¢s de confesar sus pecados, se hac¨ªan bautizar por Juan en el r¨ªo Jord¨¢n.
7 Juan vio que un grupo de fariseos y de saduceos hab¨ªan venido donde ¨¦l bautizaba, y les dijo: «Raza de v¨ªboras, ¿c¨®mo van a pensar que escapar¨¢n del castigo que se les viene encima?
8 Muestren los frutos de una sincera conversi¨®n, pues de nada les sirve decir: ¡°Abraham es nuestro padre¡±.
9 Yo les aseguro que Dios es capaz de sacar hijos de Abraham aun de estas piedras.
10 El hacha ya est¨¢ puesta a la ra¨ªz de los ¨¢rboles, y todo ¨¢rbol que no da buen fruto, ser¨¢ cortado y arrojado al fuego.
11 Yo los bautizo en el agua, y es el camino a la conversi¨®n. Pero des pu¨¦s de m¨ª viene uno con mucho m¨¢s poder que yo ¨Cyo ni siquiera merezco llevarle las sandalias¨C , ¨¦l los bautizar¨¢ en el Esp¨ªritu Santo y el fuego.
12 Ya tiene la pala en sus manos para separar el trigo de la paja. Guardar¨¢ el trigo en sus bodegas, mientras que la paja la quemar¨¢ en el fuego que no se apaga.»
Jes¨²s recibe el bautismo de Juan
13 Por entonces vino Jes¨²s de Galilea al Jord¨¢n, para encontrar a Juan y para que ¨¦ste lo bautizara.
14 Juan quiso disuadirlo y le dijo: «¿T¨² vienes a m¨ª? Soy yo quien necesita ser bautizado por ti.»
15 Jes¨²s le respondi¨®: «Deja que hagamos as¨ª por ahora. De este modo cumpliremos todo como debe hacerse.» Entonces Juan acept¨®.
16 Una vez bautizado, Jes¨²s sali¨® del agua. En ese momento se abrieron los Cielos y vio al Esp¨ªritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre ¨¦l.
17 Al mismo tiempo se oy¨® una voz del cielo que dec¨ªa: «Este es mi Hijo, el Amado; en ¨¦l me complazco.»

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Comentarios Evangelio seg¨²n Mateo, cap¨ªtulo 3
3,1   De Galilea el texto pasa a la provincia de Judea, el coraz¨®n de las tierras jud¨ªas. Esta regi¨®n estaba administrada por los gobernadores romanos, pero la comunidad civil y religiosa depend¨ªa en muchas cosas de los sacerdotes (el partido de los saduceos). En el desierto de Jud¨¢ se hab¨ªan refugiado los que manten¨ªan una actitud de resistencia espiritual. Los grupos esenios en particular segu¨ªan aguardando los tiempos prometidos por los profetas: se encontraban all¨ª en un oasis de vida austera y de oraci¨®n, lejos del culto oficial del templo de Jerusal¨¦n.
Juan Bautista (el Bautizador) ha hecho disc¨ªpulos y atrae al pueblo con el llamado a la conversi¨®n. El reino de Dios, es decir, un reordenamiento del mundo, comenzando por el mundo jud¨ªo, est¨¢ muy pr¨®ximo.
3,11  Un bautismo de agua: Podemos imaginar a los grupos de peregrinos a orillas del Jord¨¢n para una celebraci¨®n; Juan va nombrando uno a uno los pecados del pueblo, y cada vez se responde: ¡°No lo haremos m¨¢s¡±. Luego son bautizados todos en el r¨ªo antes de regresar a sus hogares.
3,13   La llegada de Jes¨²s le extrañ¨® a Juan, pero Jes¨²s afirma que al pedir este bautismo est¨¢ cumpliendo una etapa necesaria del plan de salvaci¨®n (15). Para que se salve el mundo, esto es para que el mundo se encuentre con Dios, no bastaba que Dios Hijo se hiciera hombre, sino que adem¨¢s deb¨ªa hacerse solidario de los humildes y de los pecadores; desde ellos su salvaci¨®n se extender¨¢ a la gente m¨¢s c¨®moda y al mundo. Jes¨²s no se quiere distinguir del pueblo pecador, por eso acompaña a los que han sentido el llamado de Dios a convertirse.
3,16  V¨¦anse las notas de Lc 3,21. Este bautismo es para Jes¨²s la oportunidad de vivir una profunda experiencia espiritual que recuerda la de los grandes profetas. La manifestaci¨®n divina señala a Jes¨²s el comienzo de su misi¨®n como Hijo y Siervo del Padre: v¨¦ase Sal 2 e Is 42,1.